Esta es la época de mi vida en la que yo debería estar 100% dedicada a terminar mi tesis del máster. Así que, por supuesto, los últimos 3 días los he dedicado a cualquier otra cosa que no sea esa, especialmente a la limpieza más profunda que le he hecho jamás a mi cocina. En este proceso de procrastinación logré crear con viejos corchos de botella unos portavasos bieeeen chéveres que ahora adornan mi sala.
Conseguí los corchos al organizar una gaveta de la cocina y los iba a botar cuando se me ocurrió que algo útil se podría hacer con ellos. Revisé en internet y me sorprendió que la búsqueda “cork art” no trajera ningún resultado pornográfico sino un montón de buenas ideas. Como solo tenía unos 6 corchos (no responderé en cuanto tiempo se consumieron esas botellas de vino) me decidí por los portavasos (tal vez es hora de confesar que soy fanática de los portavasos y los colecciono) (eso no es raro) (déjame)
El procedimiento es sencillo pero requiere brazo. Necesitas una tabla para cortar, un cuchillo de sierra y paciencia para serruchar los corchos por la mitad y que queden lo más simétricos posibles. Cuando tienes 3 cortados colocas las 6 mitades juntas y recortas un trozo de material antirresbalante para la base, le echas “pega loca” a todo el asunto y ¡voilà! El único reto es que la superficie resultante sea estable y puedas apoyar tu tacita de helado sobre ella; para esto asegúrate de poner los más altos en las esquinas de extremos opuestos.
Fue haciendo esta pequeña obra cuando lo pensé ¿Por qué la gente trata tan mal a la procrastinación? Aplazar el hacer las cosas que tienes que hacer no es necesariamente malo si algo productivo sale de ello, quién sabe cuántas cosas maravillosas ha hecho el hombre gracias al maravilloso espíritu productivo de procrastinar… Estoy segura de que Michelangelo tenía que sacarse unos papeles legales cuando dijo “bueno, primero voy a pintar rapidito un techo allí que me encargó el señor Papa y luego busco los requisitos para la visa turca”, igual que todos saben que Einstein quería revelarse frente a su mujer que lo tenía a dieta cuando decidió “meterse un momentito al laboratorio para terminar una fórmula allí y eso…” qué idea iba a tener ese hombre de lo que estaba descubriendo detrás de su chistesito de Esposa=Mi Comida al cuadrado
Así que tome usted eso en cuenta la próxima vez que esté regañando a alguien que esté evitando hacer lo que tiene que hacer, puede que sea usted quien esté retrasando el avance de la humanidad sin saberlo.
Ahora me voy, lavaré unas sábanas, limpiaré el baño, regaré las plantas, colgaré unos cuadros... Debería tener tesis que hacer más a menudo, mi casa nunca había estado tan bonita.
0 comentarios:
Publicar un comentario